Tanto la valla de publicidad de Coca-Cola, como unas coplas que forman parte de los textos preliminares de La Celestina ocultaban un secreto. Y para esconder ese misterio, tanto los publicistas de la multinacional como Fernando de Rojas usaron el mismo procedimiento: un acróstico, que leído verticalmente descubría un mensaje. Coca-Cola disimulaba el nombre de su mayor competidor, Pepsi y el autor de La Celestina informaba del nombre de su autor y de su lugar de nacimiento: "El bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calisto y Melibea y fue nacido en la Puebla de Montalbán". Sin duda, el acróstico más famoso del siglo XV fue el que formaron esas coplas en octavas (estrofas de ocho versos endecasílabos) que acompañaban a la que pronto se convirtió en una de las principales obras de nuestra literatura.
Enhorabuena a todos los que habéis intentado resolver este enigma.
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