Asiste desde casa a la representación de la obra de Moratín, El sí de las niñas. Disfruta de la adaptación a la pequeña pantalla de un clásico muy necesario también en nuestros días.
El sí de las niñas se estrena en 1806. El tema de la obra no es nuevo para el autor que ya había tratado la educación de la juventud y la libertad de la mujer para elegir marido en otras comedias como El viejo y la niña, El barón o La mojigata.
El hecho del matrimonio de conveniencia, en el que las edades de los novios son tan desiguales, parece preocupar a los escritores del siglo XVIII, porque era una realidad que existía en su sociedad. Un ejemplo notable fue el matrimonio del conde de Aranda, viudo y de sesenta y cinco años, con una sobrina de su mujer de solo dieciséis. El asunto no debería tener mayor relevancia si la elección de la pareja se hiciera por voluntad de ambos contrayentes, especialmente por la mujer. Pero los ilustrados criticaban la escasa libertad de la mujer y la educación recibida que las obligaba a una obediencia ciega a los padres, sin tener en cuenta sus deseos u opiniones.
También Cadalso habla en sus Cartas marruecas de una mujer de veinticuatro años, viuda por sexta vez, que escribe:
"Todo esto se hubiera remediado si yo me hubiera casado una vez a mi gusto, en lugar de sujetarlo seis veces a un padre que cree la voluntad de la hija una cosa que no debe entrar en cuenta para el casamiento".
Por su parte, Mariano José de Larra redacta una reflexión sobre el tema que trata El sí de las niñas, obra a la que considera como "una comedia de época (...) destinada a servir de documento histórico (...)". He aquí el texto:
Por otra parte, El sí de las niñas cumple con la preceptiva neoclásica que recoge Luzán en su Poética (1737) y así respeta:
-el propósito moral que debe mover a toda obra literaria (finalidad didáctica).
-la verosimilitud de la acción en aras de que la enseñanza moral sea más fácilmente aceptada por el pueblo.
-la regla de las tres unidades (tiempo, espacio y acción).
Ahora justifica tú de qué modo se cumplen estos tres preceptos en esta obra de Leandro Fernández de Moratín.
RESPUESTA:
1. Hay un propósito de instrucción en la obra que se refleja en los principales temas que aborda: la crítica a la educación que reciben las jóvenes y la desaprobación de los matrimonios concertados en los que la mujer no escoge con libertad a su cónyuge.
2. La obra es verosímil, es creíble porque carece de elementos fantásticos o de planteamientos incoherentes. La acción se sitúa en un lugar real, localizado en la geografía española, sus personajes son tipos fácilmente reconocibles de la época y el tema tratado ocupaba la agenda social del siglo XVIII.
3. Moratín cumple fielmente con la regla de las tres unidades que recoge Luzán en su Poética:
3.1. Unidad de espacio. Toda la acción se desarrolla en una posada de Alcalá de Henares, en el camino de Guadalajara a Madrid, y en un espacio reducido a la sala de paso entre las habitaciones. Por lo tanto la representación de la acción ocurre en un solo lugar, sin cambios de escenario.
3.2. Unidad de tiempo. La acción de la comedia, de acuerdo con la preceptiva clásica, se desarrolla en diez horas, desde las siete de la tarde hasta las cinco de la mañana del día siguiente. Tiempo que se aproxima al de la representación. Recuerda que la unidad de tiempo se fundamentaba en conseguir que este se acercara lo más posible al tiempo de la representación, aunque el propio Luzán reconoce la dificultad que esto conlleva, por lo que siempre se entendió que la unidad se respetaba si la acción tenía lugar en menos de veinticuatro horas.
3.3. Unidad de acción. La acción de El sí de las niñas es sencilla, concentrada, no distrae la atención de su propósito de utilidad para la educación del pueblo, contiene un solo enredo y un solo desenlace.
RESPUESTA:
1. Hay un propósito de instrucción en la obra que se refleja en los principales temas que aborda: la crítica a la educación que reciben las jóvenes y la desaprobación de los matrimonios concertados en los que la mujer no escoge con libertad a su cónyuge.
2. La obra es verosímil, es creíble porque carece de elementos fantásticos o de planteamientos incoherentes. La acción se sitúa en un lugar real, localizado en la geografía española, sus personajes son tipos fácilmente reconocibles de la época y el tema tratado ocupaba la agenda social del siglo XVIII.
3. Moratín cumple fielmente con la regla de las tres unidades que recoge Luzán en su Poética:
3.1. Unidad de espacio. Toda la acción se desarrolla en una posada de Alcalá de Henares, en el camino de Guadalajara a Madrid, y en un espacio reducido a la sala de paso entre las habitaciones. Por lo tanto la representación de la acción ocurre en un solo lugar, sin cambios de escenario.
3.2. Unidad de tiempo. La acción de la comedia, de acuerdo con la preceptiva clásica, se desarrolla en diez horas, desde las siete de la tarde hasta las cinco de la mañana del día siguiente. Tiempo que se aproxima al de la representación. Recuerda que la unidad de tiempo se fundamentaba en conseguir que este se acercara lo más posible al tiempo de la representación, aunque el propio Luzán reconoce la dificultad que esto conlleva, por lo que siempre se entendió que la unidad se respetaba si la acción tenía lugar en menos de veinticuatro horas.
3.3. Unidad de acción. La acción de El sí de las niñas es sencilla, concentrada, no distrae la atención de su propósito de utilidad para la educación del pueblo, contiene un solo enredo y un solo desenlace.